Traducción de Silvio Mattoni
La danza, en este libro, remite a ciertos acontecimientos anteriores al lenguaje articulado. Sus gestos buscan, en un pasado irrecuperable pero real, antes del nacimiento, la ausencia de técnica, el gateo, el mundo líquido, sin palabras. Quignard sostiene que, antes del lenguaje, antes de sumergirse en el habla, que es el segundo mundo, para el cuerpo hubo un primer mundo, amniótico, que es el de la danza. Aquel mundo mudo, cerrado, contenido, tantea en los pasos de danza los límites del lenguaje y procura abrirse a la falta absoluta de mundo, el desmayo, la "descontinencia" y al fin la muerte.
Este obra actualiza lo terrible del mito de Medea y cuenta experiencias: la puesta en escena de un guion para ser danzado por una bailarina japonesa de butoh, cuyo tema es Medea; la semejanza entre la danza sin reglas y los gateos y los pasos reptantes de los afectados por la bomba atómica; los raptos del sexo y los raptos de las religiones que hacen echar los brazos atrás, la cabeza atrás, los ojos cerrados en un éxtasis sin voces.
QUIGNARD PASCAL
Nació en 1948 en Verneuil-sur-Avre, Francia, en el seno de una familia de músicos y especialistas en literaturas clásicas. Su infancia estuvo marcada por períodos de autismo y anorexia. Ya adolescente, sus gustos se inclinaron por la música, el latín, el griego, los estudios etimológicos y la literatura. En 1968 estudió filosofía en Nanterre. En 1969 publicó un ensayo sobre la obra de Sacher-Masoch, El ser del balbuceo El cuenco de plata, 2015 ; pero fueron las novelas El salón de Wurtemberg 1986 y Las escaleras de Chambord 1989 las que lo dieron a conocer. Desde 1969 fue colaborador de la editorial Gallimard, hasta que en 1994 tomó la decisión de dedicarse exclusivamente a escribir. En 2002 ganó el premio Goncourt por su novela Las sombras errantes El cuenco de plata, 2014 , hecho que significó la consagración de una obra de una enorme riqueza y variedad, que incluye ensayos sobre filosofía, música, literatura y arte, novelas y poesía.