En esta colección de historias entrelazadas, el narrador conoce al Hombre ilustrado, un curioso personaje con el cuerpo completamente cubierto de tatuajes. Sin embargo, lo más remarcable e inquietante es que las ilustraciones están mágicamente vivas y cada una de ellas empieza a desarrollar su propia historia, como en La pradera donde unos niños llevan un juego de realidad virtual más allá de sus límites. O en Calidoscopio, el sobrecogedor relato de un astronauta que se dispone a entrar en la, atmósfera terrestre sin la protección de una nave espacial. O en La hora cero, en el que los invasores extraterrestres han encontrado unos aliados lógicos y sorprendentes: los niños terrícolas. Cada uno de los 18 relatos que componen esta colección es una muestra de la maestría narrativa de Bradbury y no han perdido ni su vigor ni su actualidad desde que fueron publicados por primera vez.