EL GOCE FEMENINO Y LA MÍSTICA - LAS MARCAS DEL BARROCO
Arte esencialmente cristiano, brazo artístico de la Contrarreforma, todo en el Barroco es desarmonía, grandiosidad, gusto por la apariencia y exhibición de cuerpos que evocan el goce. En esta época, los artistas plásticos concibieron a Dios en el centro de la vida social a través de la representación de su influencia en el cuerpo de los seres humanos, sobre todo en los místicos: Ya no se trata de las pasiones, según la versión aristotélica, sino que se pone en juego la pulsión escópica en relación con un singular modo de goce, un estremecimiento impetuoso y vibrante que ondea al modo de un junco sometido a un vendaval, que conmueve a un cuerpo en éxtasis, una metáfora del goce femenino.
Edad recomendada: Adultos