Unitarios y federales; capital e interior; causa y régimen; peronismo y antiperonismo; pueblo y oligarquía... Durante más de un siglo, la historia argentina ha estado signada por discordias y antagonismos. Sin embargo, existe una oposición que abarca y contiene todas las demás: la fórmula "civilización y barbarie", enunciada por Sarmiento desde su exilio en 1845. Imagen fundacional de la doctrina y el programa liberal, ella ha estado presente y gravitado en la historia política y social posterior, se trate tanto de prácticas y regímenes autoritarios como democráticos. Los momentos de confrontación aguda, cuando las divergencias sociales devinieron irreconciliables, la han visto reaparecer. Sin embargo, sólo una mirada superficial podría atribuirle a la fórmula sarmientina un carácter inalterable: en cada resurgimiento ha variado su alcance, y sus términos han adquirido distintos significados e interpretaciones.