Cuando Oesterheld escribia desde los primeros cuentitos infantiles en La Prensa o la coleccion Bolsillitos a sus historietas militantes puras de los ultimos meses de la clandestinidad no imaginaba ni inventaba ni conjeturaba; Oesterheld aventuraba. Toda su vida fueron formas de aventurar. Aventurar es imaginar suponer proponer con riesgo: poner la conviccion y el cuerpo detras de la imaginacion de la invencion. Es decir hacerse cargo de lo que se crea y se cree . Oesterheld fue un aventurador. Uno que concibio la vida como una aventura y la vivio hasta las ultimas consecuencias.