EL ARTE DE MORIR
Un manual de sabiduría clásica para afrontar el morir y la muerte como parte esencial del buen vivir, escrito por el célebre filósofo estoico Séneca.
¿Quién mejor que Séneca para poner sobre la mesa un tema que preferimos evitar? Filósofo provocador y escritor deslumbrante, Séneca nos advierte que «vive mal quien no sabe morir bien» y nos aconseja «estudiar la muerte», pues es la idea de la muerte y no la muerte misma, si examinamos el asunto de cerca, lo que nos da tanto miedo.
En este libro, Séneca nos habla con una franqueza sorprendente de la necesidad de aceptar la muerte. Reflexiona sobre su universalidad, su importancia como rito final de paso de la vida y sobre su capacidad para liberarnos del dolor, la esclavitud o la opresión política. Para Séneca, saber disfrutar de la vida requiere que seamos conscientes de nuestra fragilidad y de la naturaleza efímera de nuestra existencia, y nos muestra en qué consiste una buena vida y el buen morir.
El arte de morir reúne por primera vez en un solo volumen las notables meditaciones de Séneca sobre la muerte y el morir. Incluye un epílogo de Tácito que relata el sombrío suicidio de Séneca, que pondría en práctica las ideas sobre las que tanto había predicado cuando Nerón lo sentencia a muerte.
Edad recomendada: Adultos.
SENECA
Lucio Anneo Séneca Latín: Lucius Anneus Seneca , llamado Séneca el Joven Corduba, 4 a. C. - Roma, 65 d. C. , fue un filósofo, político, orador y escritor romano, conocido por sus obras de carácter moralista. Hijo del orador Marco Anneo Séneca, fue Cuestor, Pretor y Senador del Imperio Romano durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, además de ministro, tutor y consejero del emperador Nerón. Séneca destacó tanto como pensador, intelectual y político. Consumado orador, fue tanto una figura predominante de la política romana durante la era imperial como uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados, y fue objetivo tanto de enemigos como de benefactores, a causa de este extraordinario prestigio. De tendencias moralistas, Séneca pasó a la historia como el máximo representante del estoicismo y moralismo romano tras la plena decadencia de la república romana. La sociedad romana había perdido los valores de sus antepasados y se trastornó al buscar el placer en lo material y mundano, dando lugar a una sociedad turbulenta, amoral y antiética, que al final la condujo a su propia destrucción.