La historia se inicia con el viaje de Jonathan Harker a Transilvania, al castillo del conde Drácula, con
quien debe realizar una transacción comercial. A partir de entonces comienza a caer presa de un
hechizo que continuará en Londres y se extenderá hacia las personas que más ama, principalmente
a su mujer, Mina, que verá amenazada su pureza. Como dice Laiseca, "Esta es una gran obra que
sólo pudo escribirse en un estado de enorme contradicción y desdicha. Si somos capaces de leer
entre líneas, nos ayudará a comprender los mecanismos internos y las contradicciones del
puritanismo, además de enseñarnos a asumir lo que somos internamente.
Una novela fascinante, terrorífica y de notable calidad literaria que, al igual que su figura central, se
multiplica con pasión entre lectores de todo el mundo, a través de los años y fuera de los límites del
tiempo.
STOKER BRAM
8 de noviembre de 1847, Dublín - 20 de abril de 1912, Londres.
Stoker fue un escritor irlandés, conocido especialmente por una obra tan inmortal como el personaje que le da título: Drácula. Hasta los siete años, Stoker sufrió una parálisis que le impedía andar. Sin embargo, en su juventud destacó como futbolista en la Trinity University de Dublín, donde se graduó en matemáticas y no fue hasta 1890 que publicó su primera novela: El paso de la serpiente y, siete años después, vio la luz su indudable obra maestra. La estructura de Drácula es muy ingeniosa, ya que vamos conociendo al temible vampiro mediante cartas o diarios de la gente que, de alguna manera, se va cruzando con él, lo cual resulta más intrigante y terrorífico que si se nos presentara el personaje directamente. Su éxito y popularidad hasta nuestros días es tal, que Drácula es sinónimo de vampiro. Para crear este personaje, Stoker se basó en leyendas del folclore europeo y en la figura de Vlad Tepes, un príncipe de Valaquia que pasó a la historia con el terrorífico sobrenombre de El empalador.