Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes se publicó en 1926, cuando el modelo económico primario exportador había alcanzado su auge y el auténtico gaucho era un recuerdo del pasado. Aunque conservaba algunos de los rasgos del antiguo paisano libre, Segundo Ramírez el arriero que inspiró a Güiraldes era otra cosa: un trabajador rural sin derechos formalmente reconocidos, aunque amparado por el paternalismo de su empleador que, si bien vivía de una manera muy diferente, también presumía de gauchismo. A decir verdad, ninguna de las partes de este binomio imaginó una relación diferente y peón y patrón creyeron cumplir sanamente con sus obligaciones. Güiraldes -que en esta diada estaba ubicado en el polo del poder- supo rendir en este libro un homenaje a estos respetables paisanos. También exaltó un modelo de "gaucho" funcional a los intereses de los grandes estancieros, el que fue contrapuesto al inmigrante percibido como peligroso por los sectores dirigentes.