Juan Vasen nos invita a descifrar en esta obra diversas claves del sufrimiento padecido por infancias y adolescencias a causa de la pandemia y de las medidas adoptadas para enfrentarla. Y, como la última de esas claves, propone un contrapunto que podría definirse como el auténtico desafío de la hora ante los chicos y chicas de hoy: no desesperanzar, sino transformar.
El texto siempre ubica las manifestaciones que se presentan en estos momentos finales de la pandemia en su contexto. Porque las problemáticas nunca son "de" las infancias, sino "en" las infancias. Desde esta perspectiva, las claves pasan por evitar patologizar o psiquiatrizar a niños y jóvenes, por eludir el facilismo de subestimar su padecer y la irresponsabilidad de no acompañarlos así como también por evitar caer en la simplificación de mecanizar o biologizar el sufrimiento de ellos.
Cualquier comprensión y, más aún, cualquier intervención debería tener muy presente que la sociedad está inmersa en lo que se ha llamado una catástrofe de las certidumbres. Entonces, ¿pueden calificarse como patológicos determinados problemas o síntomas en un niño, niña o adolescente cuando quizás, en las presentes circunstancias, lo verdaderamente patológico sería no tenerlos?
VASEN JUAN
Juan Vasen es un destacado psicoanalista argentino y especialista en psiquiatría infantil. Fue residente y jefe de residentes en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y desde 1985 se desempeña como médico de planta en el Hospital Carolina Tobar García. Es cofundador y coordinador del programa Cuidar Cuidando, además de secretario general del colectivo Forum Infancias, que promueve una mirada crítica sobre los diagnósticos psiquiátricos en la infancia.
Autor prolífico, ha publicado obras como Postmocositos 2000 , Contacto Animal 2004 , Fantasmas y Pastillas 2005 , La atención que no se presta 2007 , El mito del niño bipolar 2009 , Una nueva epidemia de nombres impropios 2011 , Autismos: ¿espectro o diversidad? 2015 y Cuando las neurociencias descarrilan 2017 .
Su trabajo se caracteriza por una fuerte crítica al uso excesivo de etiquetas diagnósticas en niños y adolescentes, y por promover enfoques más humanistas y respetuosos de la diversidad subjetiva.