DIARIO DE UN VIAJE POR TSUGARU
Osamu Dazai nació y vivió veinte años en Tsugaru. Siente que esa tierra forjó su carácter y definió su destino. En la primavera de 1943, con treinta y tantos años, decide volver.
«¿Por qué te vas de viaje?», le pregunta su esposa. «Porque estoy sufriendo», responde él, convencido de que morirá pronto.
En Diario de un viaje por Tsugaru, Dazai comparte cada paso de su ruta por el extremo norte de Japón. Es una invitación para que lo sigamos de cerca, marcando en el mapa destinos para un viaje futuro.
Estas páginas nos hablan de la gente de Tsugaru y de sus costumbres, pero también son una autobiografía. El protagonista de este diario es el propio Dazai. Puede ser un hanami bajo los cerezos, o un banquete improvisado con cangrejos en una noche de borrachera, siempre se trata de la ocasión perfecta para recordar con belleza la muerte de su padre o la partida de la mujer más importante de su infancia.
«Una obra de no ficción que contiene alguna de sus páginas más magistrales». Donald Keene
«Sus recuerdos de la infancia y sus impresiones de Tsugaru se encuentran entre sus escritos más emotivos». Edward Seidensticker
«De un talento poco común». Yukio Mishima
OSAMU DAZAI
Osamu Dazai, nacido bajo el nombre de Shuji Tsushima, fue un novelista japonés, considerado uno de los escritores del siglo XX más apreciados de Japón. Algunas de sus obras más populares, tales como El ocaso e Indigno de ser humano, también son consideradas como clásicos modernos en su país de origen.
Edad recomendada: Adultos.
DAZAI OSAMU
Osamu Dazai Kanagi, 1909 - Tokio, 1948 es uno de los escritores más queridos e influyentes de Japón. Décimo hijo de una familia acomodada de terratenientes, estudió literatura francesa en la Universidad de Tokio, aunque se jactaba de no haber asistido jamás a clase. Su padre lo desheredó al enterarse de su relación con una geisha de bajo rango. Militó en el movimiento comunista japonés, motivo por el cual fue encarcelado y torturado por el régimen militar, lo que le distanció del resto de su familia. Fue candidato al Premio Akutagawa en 1935 y 1936, con lo que comenzó a ser reconocido por el público y la crítica. Sus problemas personales, sumados a su adicción a la morfina y al alcohol, y a la muerte de su ídolo Ryunosuke Akutagawa, lo llevaron a intentar quitarse la vida, junto con sus parejas, cuatro veces. Alcanzaría el éxito al finalizar la segunda guerra mundial con la publicación de El ocaso e Indigno de ser humano. En 1948, pocos meses después de la publicación de Indigno de ser humano, y una semana antes de cumplir treinta y nueve años, logró suicidarse junto a una admiradora arrojándose al río Tama, en Tokio. Su tumba, en el templo Zenrin-ji, es visitada por cientos de seguidores de todo el mundo, quienes le dejan flores, cigarros, dulces y alcohol.