Pepita es una chica como cualquier otra: odia los lunes, pasa la mitad del día mirando su celular y la otra mitad del día extrañando al celular. Ama hacer listas de cosas irrelevantes y cree que es vidente natural.
Tiene debilidad por las harinas y dejaría todo por vivir dentro de una pizzería.
Irónica, atolondrada y brutalmente sincera, Pepita se anima a decir todas esas cosas que pensamos y no nos animamos a contar.
«Pepita ilustra con humor las preocupaciones de la época. La pareja, la alimentación, la moda y el vértigo de estos tiempos. Todo con pocas y certeras líneas. Su humor es sencillo como un sándwich, valioso como una pepita». Tute