Guebel se concentra en la sucesión de emociones que dejan su huella con violencia: el desengaño; la decepción; el alivio y el dolor de un varón de mediana edad que ve cómo su vida entera se hunde y desaparece por esa grieta. En un recuento desordenado e impaciente; Guebel registra el hundimiento de sus ambiciones; sueños y esperanzas; y extrae de los episodios una verdad espléndida: el amor por la hija del matrimonio; testigo discreto amenazado por la edad; por la sombra que proyecta el conflicto entre sus padres. Escrito con una elegancia que borra la obviedad del guiño; con una inspiración romántica que se juega a decirlo todo sobre el corazón de un hombre; «Derrumbe» es un conmovedor descenso al infierno; un perfecto ejemplo de cómo deben comunicarse las experiencias y los sentimientos.