La Argentina transita una encrucijada cuya salida signará los destinos del país por muchas décadas. Sumida en una profunda crisis económica y social que remite a lo peor del pasado, sometida nuevamente a las recetas de los organismos financieros internacionales, alineada irracionalmente a la política exterior de los Estados Unidos con una obstinación nunca vista antes, mientras abandona la región, demolida institucionalmente por el vaciamiento de organismos dependientes del Estado como los dedicados a salud, educación, cultura, ciencia y tecnología, entre otros y el violentamiento de otros la justicia, la seguridad, los derechos humanos la sociedad argentina debe decidir. Ratifica el rumbo destructivo inaugurado en 2015 bajo la bandera del "cambio" o respalda la recuperación de las herramientas necesarias para la reconstrucción del país. Sería un error adjudicar exclusivamente al PRO, a la Unión Cívica Radical y a la Coalición Cívica el éxito por tan catastróficos resultados, logrados a una inesperada velocidad.