Para los lectores, hay pocas experiencias tan asombrosas e inolvidables como la primera lectura de Kafka. No importa lo que uno haya leído antes: cruzarse con una de sus novelas o cuentos, con un fragmento de sus diarios, es aprender a leer de un modo nuevo. La prosa precisa y de resonancias alegóricas; la capacidad para urdir tramas perfectas donde la lógica de la pesadilla convive con el grotesco; el modo de narrar la inapelable arbitrariedad del poder; el don único de volver verosímil lo que en principio parece imposible de alcanzar ese estatuto.
Está antología preparada y prologada por Diego Erlan y traducida por Ariel Magnus es una muestra inmejorable de su talento impar. Reúne sus mejores cuentos, La condena, En la colonia penitenciaria y Un artista del hambre, entre otros; más ese relato único y capital que es La metamorfosis que aquí se presenta con el título que Borges consideraba más apropiado: La transformación y se cierra con la Carta al padre. Página a página, quizás como ningún autor del siglo XX, Franz Kafka funda una realidad: el mundo se piensa de otra forma, más sagaz y sospechosa, más paradójica, después de leerlo.
KAFKA FRANZ
Franz Kafka es considerado uno de los autores más influyentes del siglo XX. Desarrolló su carrera literaria en alemán, ya que pertenecía a la minoría germanoparlante de Bohemia, en aquel tiempo todavía bajo el dominio del Imperio Austrohúngaro. En 1912 publicó la antología Contemplación y en 1915 vio la luz su obra más conocida, La transformación. Kafka enfermó de tuberculosis y escribió muchos de sus cuentos mientras permanecía convaleciente. Tras varias bodas sin consumarse y debido a su delicado estado de salud, decidió mudarse a Berlín para concentrarse en su obra. En 1924 su salud se agravó notablemente y falleció el 3 de junio de ese mismo año. La mayor parte de la obra de Kafka permanecía inédita en el momento de su muerte. Poco antes de morir le encargó a su mejor amigo, Max Brod, que destruyera una maleta donde estaban todos sus textos. Sin embargo, Brod decidió supervisar la publicación de su obra, que acabó por convertirse en un éxito internacional.