Además de publicar novelas tan inolvidables como Siddhartha, Demian y Narciso y Goldmundo, Hermann Hesse cultivó durante toda su vida el género del cuento en sus más diversas variantes, y siempre con una agudeza y una sensibilidad a la que es difícil encontrar término de comparación. Cuentos maravillosos reúne una de las vetas exploradas por Hesse en su narrativa breve, la de unos relatos en los que la magia y lo maravilloso, que se revelan como formas de amor, cobran un papel decisivo y nos remiten a la infancia. Pequeñas joyas narrativas que ningún lector atento olvidará.
HESSE HERMANN
Nació en 1877 en Calw, en la selva negra al suroeste de Alemania, como hijo de un teólogo y nieto de un misionero su madre había nacido en India , que dirigían la editorial evangélica más grande de Alemania, punto de referencia para misioneros de todo el mundo. Autodidacta tras terminar apuradamente los estudios a temprana edad, en su larga vida probó una variedad de géneros que van desde el cuento y la novela hasta los poemas, los relatos de viaje, las reseñas literarias, los escritos políticos y culturales. Fue uno de los autores más prolíficos de su generación y, con decenas de millones de ejemplares vendidos en prácticamente todas las lenguas, bien puede ser considerado el autor alemán más leído de los últimos tiempos, un fenómeno que está lejos de declinar. Sus novelas más famosas son Demian, Siddhartha, El lobo estepario y la tardía El juego de los abalorios. En 1946 ganó el Premio Nobel de Literatura. Murió en 1962 en Montagnola, Suiza, donde vivió buena parte de su vida.