Leída las más de las veces desde la estética y, en concreto, desde los aspectos que tanto entusiasmo despertaron en el romanticismo temprano las categorías de lo bello y lo sublime, la teoría del genio, el papel de la imaginación en la estética, etc. , el problema central de la Crítica del discernimiento desborda, no obstante, el terreno de la filosofía del arte para constituirse en cuestión capital que afecta a la propia unidad de la filosofía en general: ¿es posible hallar un quicio entre el ámbito de la naturaleza ?abordado en la primera Crítica? y el ámbito de la libertad ?del que se ocupa la segunda de las Críticas?? El problema es tanto más importante cuanto que va de la mano, a juicio de Kant, de la pregunta clave y fundamental que da sentido a la propia filosofía: ¿Qué es el hombre?
Esta edición revisa y actualiza la terminología de la obra, comenzando por su propio título.