La novela policial nunca contó con un detective de esta especie. Su madre era pata, su padre conejo. Algunos dicen que se parece a su mamá, pero quienes lo miran desde otro punto de vista lo ven parecido al papá. Es que todo depende siempre desde qué lugar se lo mire. Eso mismo fue lo que aprendió de chiquito, lo que le sirve para descubrir los misterios más intrincados, analizando desde varios puntos de vista las diferentes escenas. A lo largo de toda la colección, las ilustraciones invitan a jugar. Por momentos se hace necesario girar el libro para ver otro paisaje, en ocasiones resulta divertido enfocar algún punto específico, y otras veces dan ganas de alejar la página para ver movimientos. Muchas de estas ilustraciones tienen juegos visuales, y a menudo nos hacen pensar en los cuadros de Magritte, Escher y Modigliani, grandes seguidores de ilusiones. ¡ópticas! En Conato Patejo y el caso de la joven vieja, el festival de bandas alegra al pueblo hasta que una mujer se lleva una cámara fotográfica que no es suya. El detective intenta seguirla pero no puede descubrir a quién debe buscar.
REPUN GRACIELA
Graciela Beatriz Repún Buenos Aires, 7 de junio de 1951-Buenos Aires, 13 de febrero de 2025 fue una escritora, poetisa y autora de literatura infantil y juvenil argentina que inició su carrera como creativa y redactora freelance en publicidad y luego se volcó de manera definitiva al género infantil explorando el cuento, la poesía, el teatro, la biografía, la novela y el libro-álbum, publicando en Argentina, Uruguay, Chile, Puerto Rico, México, España, Inglaterra e Italia, adaptando textos clásicos y leyendas tradicionales para jóvenes lectores y sirviendo de puente entre la literatura y la enseñanza al impartir talleres y formar a nuevas generaciones de escritores e ilustradores, además de asesorar en organizaciones como ALIJA y el capítulo argentino de SCBWI, desempeñarse como redactora jefa de la revista bilingüe El Milonguero sobre tango y fungir como jurado en premios de cuento digital, mientras cosechaba distinciones como el Premio Coca-Cola en Artes y Ciencias por El capitán pelado, el Primer Premio Fantasía en poesía y en adivinanzas y trabalenguas, el reconocimiento White Ravens de la Internationale Jugendbibliothek de Múnich, el Premio Octogonal de Honor del CIELJ y del CRILJ, becas del Fondo Nacional de las Artes e Iberescena y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, y en lo personal compartió su vida con el escritor e ilustrador Enrique Melantoni y sus dos hijos, colaborando en proyectos literarios familiares como la novela Bienvenidos a Santa Beba.