Cuando John Waters dio sus consejos a los licenciados de la Escuela de Diseño de Rhode Island, su discurso se hizo viral, en parte por la brillantez y tino con que trataba el tema de ganarse la vida siendo una persona creativa. Con su maliciosa sabiduría, nos insta a abrazar el caos, ser impertinentes y enfurecer a los que nos critican. Para ser creativo, nos dice, el pragmatismo y la disciplina son tan importantes como el talento, y no hay que tenerle miedo al rechazo. Waters aconseja
a los jóvenes que escuchen a hurtadillas, que presten atención a sus enemigos y que nos horroricen con nuevas ideas. En otras palabras, ¡que la líen!
Una llamada a la acción o a la insurrección de la mano del John Waters más revoltoso y alborotador.
WATERS JOHN
John Waters nació el 22 de abril de 1946 en Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Hijo de Patricia Ann Whitaker y John Samuel Waters, creció en Lutherville en una familia católica de clase media. Desde joven mostró interés por el cine y comenzó a filmar cortometrajes en la década de 1960. Estudió en la Universidad de Nueva York, aunque abandonó sus estudios para dedicarse a la realización cinematográfica. Se convirtió en director, guionista y productor, con películas como Pink Flamingos, Polyester, Cry-Baby y Hairspray. También ha trabajado como actor, escritor y artista visual. Su carrera se inició en 1964 y continúa activa.