CARAMELOS MÁGICOS
El protagonista de esta historia es un niño solitario que se entretiene jugando a las canicas. De pronto, un día, encuentra unas canicas diferentes. ¡Son caramelos! ¡Y además, mágicos! Come uno y el sillón le habla. Prueba otro y su perro le cuenta que no juega con él porque está cansado. Después llega su papá y le suelta un montón de órdenes y reprimendas. El pequeño come otro caramelo y, entonces, escucha que su papá le dice mil veces cuánto lo quiere. Se mete en la boca uno rosa y escucha a su abuela que está en el cielo, quien le aconseja que hagaamigos y disfrute. Con el último caramelo, la que se escucha es su propia voz invitando a otro niño a jugar. El pequeño, a través de la metáfora de los caramelos en la garganta, descubre que no está solo, que los demás le hablan y le quieren, y que cuando es él quien se atreve a hablar, evoluciona y deja atrás esa soledad para divertirse y compartir. La autora e ilustradora coreana, ganadora del premio The Astrid Lindgren Memorial Award, compone un curioso, extraño y conmovedor relato arropado por sorprendentes ilustraciones, integrando llamativos muñecos de papel maché fotografiados. De este modo, la artista logra un efecto tridimensional y extraordinariamente expresivo. Cada emoción de los personajes parece salir del libro en cada página. Es un álbum especial para los críos a los que les cuesta socializar, los que se sienten, a veces, marginados por sus pares o poco queridos. Seguramente, además, los niños querrán fabricar sus propios personajes con papel maché, arcilla, masa, plastilina o cualquier otro material. Un creativo recurso para jugar en familia o en el colegio. Un cuento perfecto para entender que es importante escuchar a los demás con un oído afinado, que no todo es lo que parece y que cuando uno halla sus propias palabras, se produce la magia: uno cambia.
Edad recomendada: A partir de 5 años.
BAEK HEENA
Henna Baek, Nació en 1971 en Seúl. Estudió en la Universidad de mujeres Tecnología de la Educación y Animación en el Instituto de las Artes de California. Trabajó en publicidad y en proyectos audiovisuales para niños y cuando nació su hija comenzó a crear sus propios libros ilustrados. El proceso de hacer una película le enseñó a contar una historia de forma visual, pero la verdadera razón por la que se convirtió creadora de libros para niños fue su deseo de escapar del mundo real.
Dibuja, fotografía cose, hornea, ensambla, Heena Baeklo hace todo.