Comenzado cuando Benjamin conoce y se enamora de la revolucionaria letona Asja Lacis, a quien va dedicado, Calle de sentido único es un texto que inaugura una nueva forma de hacer literatura y de pensar la estética. Antes que una simple recopilación de clarividentes aforismos sobre la realidad política de una Alemania de Weimar que hoy resuena siniestramente familiar o acerca de una sutil psicología del amor , este libro es un mapa urbano ordenado según la lógica de los escaparates de una galería comercial. La voluntad de Benjamin era, en palabras de su amigo Theodor Adorno, «contemplar todos los objetos tan de cerca como le fuera posible, hasta que se volvieran ajenos y le entregaran su secreto». Y este secreto nos habla tanto de nuestra manera de relacionarnos con las cosas de la vida cotidiana como de los sueños que proyectamos sobre ellas: en los paisajes dibujados en los sellos y los billetes, en la fe del madrugador o en la experiencia de la infancia como la de un tiempo proyectado hacia el futuro. Benjamin encontró en Calle de sentido único una escritura que se emancipa del pretencioso «gesto universal del libro» y apuesta por un nuevo modo de entender lo estético en folletos y carteles, en archivos y catálogos, en la resistencia a desaparecer del efímero tiempo de la vida. Desde su publicación en 1928, su influencia no ha dejado de crecer.
BENJAMIN WALTER
Nació en Berlín el 15 julio de 1892 en el seno de una acomodada familia judía. "Vine al mundo bajo el signo de Saturno -escribió en una ocasión-, el planeta de la revolución lenta, el astro de la indecisión y del retrasó, sello de su personalidad melancólica y de su infortunio. Tristeza y soledad marcaron su corta vida y su suicidio, pero también le convirtieron en el crítico más lúcido de la modernidad. Próximo a la teología judía que le transmitió su amistad con Scholem e influido por el marxismo de Brecht, quiso conciliar ambas escuelas de pensamiento con su propia teoría de la experiencia y un singular ana lisis filológico que había heredado de la tradición alemana y de su inclinación hacia la cultura francesa. Durante la década de los treinta estuvo vinculado a la Escuela de Frankfurt, aunque siempre se definió como "investigador y escritor independiente". Inclinado vertiginosamente hacia la muerte, habi a pensado en el suicidio al menos en dos ocasiones antes de llevarlo a cabo en Port Bou en septiembre de 1940.