BORGES PARA PRINCIPIANTES - 978-987-9065-68-6
Edad recomendada: Adultos
VERONICA ABDALA
1973 es periodista. Se formó en la Universidad de Buenos Aires. Desde 1995 trabaja en la sección Cultura Espectáculos del diario argentino Página 12. Cree, como el colombiano Gabriel García Márquez, que el periodismo es el "mejor oficio del mundo". Admira a Borges
CARLOS POLIMENI
1958 es periodista y docente universitario. De niño quería ser jugador de fútbol y lo fue hasta los 18 años, cuando cambió los botines por la carrera de Letras. A esa edad comenzó a trabajar en periodismo. Lo ha hecho desde entonces, en radios, agencias de noticias, diarios y revistas. Escribió cinco libros entre ellos Bukowski para Principiantes , tres obras de teatro y guiones de programas de TV y de radio. Actualmente es editor de la sección Cultura Espectáculos del diario argentino Página 12. Tiene dos hijas, Sofía e Irene, y dos gatos, Clarence y Princesa.
MIGUEL REP
1961 . Dibujante y humorista, publicó 15 libros de su autoría, más Bukowski para Principiantes y este del gran Borges. Trabaja todos los días en el diario Página 12 y últimamente se dedica a la animación; uno de sus cortos fue finalista en el Festival de Annecy, Francia, en 1999. Tiene en preparación Kerouac para Principiantes junto con Jorge Repiso , y el volumen de sus trabajos sobre Bellas Artes. Su literato preferido es Jorge Luis Borges, sin duda.
SINOPSIS
Para él, la patria era la literatura, y en ella se supo argentino, inglés, alemán, francés, japonés, español, islandés, y se soñó inmortal. Sentía que había crecido en una biblioteca y que nunca había salido de allí, y una vaga culpa por no haber podido seguir la carrera militar de sus ancestros. Su obra entrelaza una serie de obsesiones personales -las trampas del tiempo, la profunidad del infinito, la existencia como laberinto, la dudosa seguridad de los espejos- con un vasto dominio de la historia de las culturas y una enorme curiosidad por el pasado argentino, que por momentos pareció tentado de rescribir. Ciego, personaje de posturas políticas que le impidieron ganar el Nobel de Literatura durante casi treinta años, siempre soñó con que la posteridad le perdonaría sus errores y le concedería la gloria de que se lo recordase por sus mejores textos.