ARBOLEDA
La narradora de Arboleda viaja sola a Italia para una estancia que había planeado junto a su compañero, M., recién fallecido. Allí, fiel a sus paseos de fl neuse que se demora en parajes apartados, humildes cementerios y arcenes de carreteras secundarias, pero siempre atenta a los detalles luminosos, su mirada sella un nuevo pacto con la vida: «Había aprendido a marcharme, a borrar huellas, a guardar lo acumulado y recolectado». Así pues, Arboleda es un libro de duelo, pero éste se trasciende mediante un estilo sagaz, culto y profundamente empático. Ceñido a tres lugares de Italia, tres paisajes, este hermoso tríptico posee la distancia de una moderna geórgica: el dolor es aquello que sucede mientras los hombres viven y trabajan, nuevas aves surcan el cielo y la naturaleza muda. Quizá éste sea el destino de la gran literatura: preservar la memoria sin por ello dejar de «regresar a la ciudad de los vivos». Comparada con Sebald y Thoreau, Esther Kinsky es grande por sus propias cualidades, por una escritura arrebatadora desde la primera frase. Un bellísimo viaje de invierno, tan emocionante como reparador.
ESTHER KINSKY
Poeta y traductora del polaco, el inglés y el ruso, se ha convertido con apenas dos novelas en una de las prosistas más destacadas de la literatura alemana. La Primera, Am Fluss, obtuvo los premios Adelbert von Chamisso 2016 , Franz Hessel 2014 , el Kranichsteiner Literature 2015 y el SWR 2015 . Con la segunda, Arboleda, el premio de la Feria del Libro de Leipzig en 2018 y el Düsseldorf Literature Prize 2018 . Su obra, recibida con entusiasmo por la crítica, ha sido publicada en diversas lenguas por algunas de las principales editoriales internacionales.
Edad recomendada: Adultos.