Anne, la de Tejados Verdes Lucy M. Montgomery ?La más dulce recreación de la niñez que se haya escrito.? Mark Twain Anne, la de Tejados Verdes es un clásico de la literatura juvenil, leído por muchas generaciones. Su autora, así como Louise May Alcott con Mujercitas o Lewis Carroll con Alicia en el país de las maravillas, ha creado un universo teñido de lirismo y encanto en el que la infancia brilla como protagonista. Una huérfana pelirroja, pecosa y soñadora se halla internada en un hospicio. Dos hermanos solterones, Marilla y Matthew, deciden adoptarla y llevarla a su granja, Tejados Verdes. Al principio aparece una cadena de obstáculos y rivalidades que Anne, con su chispa, buena voluntad y carácter, que se volverá inconfundible a lo largo de la saga, sortea con inocencia y sensibilidad. Con destreza literaria, Lucy M. Montgomery teje con fineza y humor la trama de la convivencia diaria en un pueblo al que la fantasía de una niña convierte en un universo encantado. En esta primera entrega, la imaginación alocada de Anne cambia para siempre la vida de los habitantes de una pequeña aldea situada en una remota región de Canadá.
MONTGOMERY LUCY MAUD
Lucy Maud Montgomery fue una periodista y novelista canadiense, especialmente reconocida por las novelas de Ana de las Tejas Verdes. Su madre murió cuando Lucy tenía veintiún meses y su padre se marchó a hacer fortuna y la dejó a cargo de sus abuelos, lo cual sin duda influyó en la futura creación de su personaje más popular. Después de trabajar de maestra, comenzó a colaborar en periódicos locales y fue entonces cuando creó el personaje que cambiaría su vida. Ana de las Tejas Verdes cuenta la historia de dos hermanos, dueños de la granja Tejas Verdes, que deciden adoptar a un niño huérfano pero que, debido a una serie de malentendidos, en lugar de un niño reciben a una niña pelirroja, pálida y llena de pecas que con su alegría y desbordante imaginación cambiará la vida de todo el pueblo. Montgomery narra con mano maestra las experiencias de una niña en un entorno rural. Aunque en un principio, las aventuras de Ana no estaban destinadas a un público en concreto, en las últimas décadas, el libro se ha convertido en un clásico de la literatura infantil.