En la puritana Inglaterra de la reina Victoria era axiomático el requisito de que los cuentos infantiles tuvieran moraleja. Los de Alicia no la tenían y quizá por eso se ganaron el favor del gran público. La cuestión principal que parece preocupar hoy en día acerca de este par de clásicos de la literatura infantil es saber si son o no en realidad cuentos para niños. Sea cual sea la respuesta, lo que está claro que diferencia a las dos "Alicias" de la inmensa mayoría de sus congéneres es que son cuentos que interesan también a las personas mayores. Esta edición comentada de "Alicia en el País de las Maravillas" y "A Través del Espejo" es la primera en español que acentúa el punto de vista lógico y lingüístico. La evidencia de que la lógica de la imaginación implícitamente contenida en los cuentos de Alicia es la misma que el autor hizo explícita en sus ensayos lógicos quizá ayude a atisbar algo más el misterio de ese fascinante genio creador del disparate lógico y lingüístico que, para intriga y deleite de niños y mayores, fue Lewis Carroll.
CARROLL LEWIS
Charles Lutwidge Dodgson, conocido como Lewis Carroll, nació el 27 de enero de 1832 en Daresbury, Cheshire, Inglaterra. Desde joven mostró gran talento para las matemáticas y la escritura. Estudió en la Universidad de Oxford, donde obtuvo el grado de bachiller y fue nombrado profesor de matemáticas en Christ Church. En 1861 fue ordenado diácono, aunque nunca llegó a ejercer como sacerdote. Carroll padecía de tartamudez y sordera en un oído, lo que afectó sus relaciones sociales. Fue un apasionado de la fotografía, especialmente de retratos infantiles, y cultivó amistades con varias niñas, entre ellas Alice Liddell, quien inspiró su obra más famosa. Durante un paseo en barca en 1862, Carroll narró a Alice y sus hermanas una historia fantástica que luego se convertiría en "Alicia en el País de las Maravillas", publicada en 1865. Su continuación, "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí", apareció en 1871. Además escribió poesía, como "La caza del Snark", y textos matemáticos y lógicos. Su estilo literario se caracteriza por el uso del absurdo, la lógica paradójica y el humor. Carroll nunca se casó y mantuvo una vida privada reservada. Murió el 14 de enero de 1898 en Guildford, Surrey, a causa de una neumonía.