Este libro contiene tres historias sobre algunos miedos. En "Una madre que tenía miedo a las lagartijas", la madre de Luisa, Juan y Antonio es muy valiente, pero siente pavor ante los sapos, culebras y lagartijas. Cuando un bichito aparece en la casa, necesita que sus hijos la salven. En "Con su permiso, Bu", un grupo de niños enumeran sus miedos sentados en torno a un fogón. Los miedos comienzan a aparecer y a desplegar formas. De pronto, también ellos admiten que suelen sentir miedo a algo. Esto resultó ser muy tranquilizador para los niños. En "El lobo feroz y el valiente cazador", se presenta una vuelta de tuerca sobre el temor al lobo feroz. En este relato, el niño cazador debe tener cuidado con el lobo feroz cuando se aproxima al bosque, y el lobo, que es un lobezno, recibirá la misma advertencia sobre el valiente cazador. Lobezno y niño se encuentran en el bosque, se asustan uno al otro y regresan aterrorizados a sus casas, donde el pequeño lobo cuenta cómo el niño cazador se asustó, y el niño describe a su madre cómo huyó el lobo feroz. En estos relatos, Ana María Machado se atreve a reflexionar de los miedos sin descuidar el recurso del humor para luchar contra aquellos temores.