17 ECUACIONES QUE CAMBIARON EL MUNDO: LAS FÓRMULAS QUE HAN CAMBIADO EL RUMBO DE NUESTRA HISTORIA
Las ecuaciones, esos conjuntos de números y símbolos separados por el signo igual, son el alma de las matemáticas, la ciencia y la tecnología. Sin ellas, nuestro mundo no existiría en su forma actual: escondidas para muchos, han constituido una fuerza motriz en la civilización humana durante miles de años, abriendo nuevas perspectivas en campos tan variados como las comunicaciones, la tecnología espacial o la física nuclear. Que así es, es algo que se encarga de demostrar, con su maestría habitual, el distinguido matemático y reputado divulgador Ian Stewart. Para ello ha seleccionado 17 ecuaciones, pertenecientes a dos grupos diferentes. Uno es el de las ecuaciones que revelan regularidades matemáticas, como el teorema de Pitágoras, que nos dice cómo están relacionados los tres lados de un triángulo rectángulo, mientras que el otro es el de las ecuaciones que expresan leyes de la naturaleza, como la ley de gravitación universal de Newton, las ecuaciones del electromagnetismo de Maxwell, la ecuación de Schrödinger de la mecánica cuántica, o la ecuación desarrollada por Claude Shannon que define cuánta información contiene un mensaje.
Edad recomendada: Adultos.
STEWART IAN
Ian Stewart nacido en 1945 en Inglaterra es un matemático británico y uno de los divulgadores científicos más reconocidos del mundo. Es profesor emérito de Matemáticas en la Universidad de Warwick y miembro de la Royal Society desde 2001.
Ha escrito más de 140 artículos científicos y decenas de libros de divulgación, como ¿Juega Dios a los dados?, Cartas a una joven matemática y 17 ecuaciones que cambiaron el mundo. Su estilo combina rigor matemático con un enfoque accesible y entretenido, lo que lo ha convertido en una figura clave para acercar las matemáticas al gran público.
También ha incursionado en la ciencia ficción, colaborando con Jack Cohen y Terry Pratchett en la serie The Science of Discworld. En 1995 recibió la Medalla Michael Faraday por su labor divulgativa y en 2008 fue el primer galardonado con la Medalla Christopher Zeeman.